lunes, 25 de noviembre de 2013

Todavía.

Tengo una historia hoy. Una que nadie sabe. Una que la conté hace un tiempo pero sigue. Sigue porque si. Porque no hay otra explicación. Porque se escribe sola más allá de que yo la escriba acá. Cuenta un sueño. Cuenta algo que no todos saben, solo unos pocos. Habla de amistad, de amor, de una pasión. Escribe sobre unos pibes que la vida juntó hace un tiempo ya y que a pesar de que cada uno tiene su historia de vida siguieron juntos más allá de todo. De un hombre que los guia, de un grupo que no se separa, de unos pibes soñadores que dejan todo día a día y se olvidan de lo que pasa porque es así... Porque no queda otra... Porque ahí... Ahí es dónde se ven los verdaderos guerreros de la vida, los que en verdad luchan por sus sueños, por sus ideas y muestran, en realidad, quienes son.
Yo les doy las gracias a estos pibes, me enseñaron mucho. Mucho más de lo que uno pueda esperar... imaginar... Por eso y por tantas cosas yo sigo con ellos codo a codo. Me hacen bien y hacen que la vida sea más llevadera. Que todo se reduzca a correr atrás de un esférico de cuero con un solo motivo... Hacerlo entrar en los tres palos contrarios.
Hoy terminó una etapa más. Empieza una nueva. Estoy feliz por eso, se van dos amigos pero las puertas quedan abiertas. Porque el sueño lo soñamos todos juntos y todos juntos lo vamos a hacer realidad. Es tan simple como eso.
La seguridad que te dan personas como estas que te acompañan día a día, partido a partido, Domingo a Domingo. No te la da nadie. Es así... Nadie te la da. Nuestro técnico dijo un día: "Si eligen el camino fácil, el de escaparse... 
Qué le van a contar a sus hijos... A sus nietos?"
Tanta razón tiene.
La historia empezó hace cinco años y nunca concluyó. Por suerte o gracia de la vida, nunca concluyó. Eso es lo que vale.
Hoy se van dos... Dos que valoramos y apreciamos mucho porque supieron sumar su grano de arena a los demás y, sobre todo, son nuestros AMIGOS. 
A ellos gracias. A nosotros gracias. A la vida gracias. A las historias que tenemos para contar, gracias.
Esto es el recuerdo más valioso que tenemos, los demás no lo entienden porque no se encuentran en nuestro lugar. Si tan solo supieran lo que es llevar esos colores, pararse en la cancha con esos amigos, con ese equipo. No lo van a entender. Tenes que sufrir mucho, pasar por muchas cosas para que esto se impregne en vos. Y lamentablemente, esto... Es solo NUESTRO. No porque seamos discriminadores o fascistas futbolísticos, sino porque somos un equipo que le da prioridad al COMPROMISO y, ante todo, a la AMISTAD. Por eso es que yo me pongo así, tan romántico, tan meloso, porque es una circunstancia que no se puede describir facilmente. Me hace feliz, es tan simple como eso. Gracias por eso. Feliz por eso.
La historia la conté tantas veces que perdí la cuenta. La cuento a diario aunque esta siga. El día que termine la voy a contar de principio a final, pero, hoy por hoy, no sé cuándo va a terminar. Ni tampoco quiero que lo haga. Esta bien como está. Por suerte, todavía tiene mucha pasta para dar. Mucho tiempo que compartir. Por eso yo le digo a estos pibes: "Serás lo que debas ser o serás de Checa!"
Tanta alegría me da poder serlo.
Poder compartir esta locura que no tiene cura.
Lo demás no lo van a entender... Por suerte.
Por eso...

GRACIAS CHECA!

"En las buenas, en las malas, los momentos vividos. Siempre estaré a tu lado Checa, Checa querido!"

En unos veinte años vamos a estar jugando el campeonato de veteranos, llevando con orgullo esos colores que hoy vestimos, con nuestro hijos viendonos fuera de la cancha, contando la historia de nuestro equipo a sus compañeros, sintiendose orgullosos de los padres que tienen como hoy sucede con nuestro DT, que está orgulloso de ver a su hijo jugar tan lindo y, más allá de todo, a sus demás hijos postizos, hacerle compañía.

GRACIAS A LA VIDA.
ESTO ES CHECA!

Joni Be (13).

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